martes, 14 de junio de 2011

Seguimos con Quasimodo 5º

(en reconstruccion )

 Pese a que los padres de la constitución se inspiraron en las modernas monarquías parlamentarias europeas para redactar la carta magna española, no encontraron lugar en el texto para integrar en el articulado la existencia del alcalde rey,ni los títulos por los que sus vecinos se dirigiran a sus hijos e hijas, esposa , abuela, o tía abuela ...  de este. Es verdad que los familiares no son figuras juridicas administrativas pero cuando son las elecciones municipales no solo se vota al alcalde  sino que se tienen en cuenta si el hijo tiene la nariz torcida o si la hija es una patata; y una vez abiertas las urnas con el resultado consabido, las personas que ostentan lazos bendecidos por la santa madre iglesia, siendo reconocidas
como de la misma raza o familia de el alcalde, estás pasan a ostentar poderes omnimodales personales que les colocan por encima de sus convecinos.

Para arreglar esta situación, los alcaldes de Galicia, miran hacia otro lado para decir asi que no ven ningún indicio del servilismo que le deben dar los vecinos hacía sus familiares.

 ¿Pero y si el alcalde no tiene esposa, ni familiares? 

Antes de que hubiese problemas los gallegos prefirieron enmendar sabiamente esta situación y para ello crearon la figura de la concejala, y con estás dos figuras que llenan de entendimiento y comprensión la administración local para los ciudadanos, se convierte en inutil la existencia del resto de los concejales de la corporación local.

 La figura de la concejala, viene a representar algo así como el papel de madrasta para sus conciudadanos, a los que quiere y cuidará de una manera muy especial, distinguiendo con sus dádivas y castigos entre los que ama y los que odia, de tal manera que sus bien amados votantes vean la diferencia de trato entre ellos y los odiosos que no la votan, siendo estos últimos los merecedores del despecho y tiranias de la concejal.
En las aldeas, pueblos, villas ... donde viven juntos todos los vecinos, los protegidos se beneficían del privilegio de su situación con satisfacción y contento, mientras  ven de manera indiferente como los vecinos acosados aguantan con estoicismo sus dramas originados por pequeñas y grandes injusticias. Los beneficiados no se sienten culpables porque no son ellos quienes causan las injusticias a sus vecinos, pero mientras miran para otro lado y callan las humillaciones y discriminaciones que padecen sus conciudadanos; se convierten en  culpables por que eligen libremente de participar en los beneficios de su situación.

A la mañana siguiente, el alcalde llegó al consistorio para tener una reunión con la concejala y estudiar las próximas actuaciones.
En Galicia la población esta tan diseminada que un ayuntamiento, de apenas unos miles de habitantes, puede llegar a tener ciento cuarenta núcleos de población, y de la dificultad de poner una red de saneamiento que abarcaría toda la superficie del territorio, se habían descubierto pequeñas triquiñuelas como poner tapas de alcantarillado, o regalar contadores del agua, "y como la niña o el niño iban desnudos se le veían sus calcetines"
y la reunión consistía:
Cambiar los contenedores de la basura de enfrente de la casa de los nuevos votantes para trasladarlos a las casas de los recalcitrantes
" hay que poner una cadena con candado al contenedor que pusimos enfrente de la casa de los nacionalistas que lo apartan  para aparcar"
Mover y reponer las bombillas fundidas del alumbrado, de los sitios consabidos
" a la prima del concejal de medio ambiente hay que ponerle una farola que alumbre la entrada de su casa"
Que la municipal multe a este y al otro, para que venga al ayuntamiento a protestar y hasta que le levante la multa el alcalde ...
" para que vengan su tío, que es de los nuestro y están en duda... para venderles el favor"

Y por último
Reponer las tapas mas nuevas, para donde hacía falta, mandando las viejas y rotas que se puedan reciclar, a los sitios de los otros.
Pues las tapas de alcantarillado se habían convertido en las alfombras debajo de las que se escondía toda la basura sin recoger.

Al terminar la reunión el alcalde aprovechó mi caída en bicicleta del día anterior, para justificar y eximir a Quasimodo, ante la concejala de estar sentado durante toda su jornada, en el ayuntamiento, puesto que toda persona que venía al ayuntamiento para hacerle peticiones, con motivo de cualquier asunto, se dirigían a Quasimodo primero, para preguntarle si estaba el alcalde y ya veía a Quasimodo decidiendo para quien estaba o no estaba, quien podía verle o quien dejaba de verle. Y de ahí a empezar a cobrar peaje y terminar como posible competidor, un paso.
Por que es cuidado de un buen alcalde sembrar a su alrededor la luz ante cualquier sombra que le pudiera aparecer; era mejor dejar circular a los vecinos libres de obstáculos y peajes.
La concejala asintió en la liberación de Quasimodo de sus cadenas, por que también coincidía con el alcalde en que no se podía permitir posibles competidores, ya que ella aspiraba a que un día el alcalde
se elevase por su propia naturaleza y fuese diputado e incorrupto a los cielos de la administración parlamentaria, dejando su puesto vacante para ella.
Ya se veía agasajada con bolsos y chaquetas, cuando volvió al mundo de la realidad y se encontró sola, pues el alcalde se había marchado sin darse ella cuenta,  entonces se acordó de marise y comenzó a levantarse le un fuerte dolor de cabeza.
A veces la enemistad es desinteresada. La concejala odia a marisé y nosotros no sabemos por qué.



continuara

1 comentario:

  1. Bueno, que quieres que te diga Quasimodo.... Este post es, como diría, un poco exotérico. No me dice nada....Será que estos días tengo las neuronas colapsadas...

    Herman Monster

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